Dedicamos el día para desplazarnos hacia la región de la Toscana. Aprovechamos alguna de las paradas de descanso para ver el Castillo de Salses y las principales atracciones de Nimes.
Dedicamos el segundo día a visitar la ciudad de Pisa. En la Piazza dei Miracoli vemos la Torre Inclinada de Pisa, el Duomo (la Catedral), el Baptisterio y el Campo Santo. También vamos a la Piazza dei Cavalieri.
En Lucca paseamos por la ciudad amurallada. Destacan los jardines del Palazzo Pfanner, la Piazza dell´Anfiteatro, San Michele in Foro, el Duomo di San Martino, la torre Guinigi y la Torre delle Ore.
Aunque no pertenece a la Toscana, nos desplazamos para visitar Cinque Terre, cinco poblaciones pesqueras, de casas coloridas, ubicadas en medio de empinadas terrazas. Como el acceso por carretera es complicado, lo mejor es visitarlas mediante el tren o el barco.
Primero de los dos días de visita que dedicamos a Florencia. Empezamos la ruta desde la Piazzale Michelangelo, para ver las vistas de la ciudad, para continuar con el Ponte Vecchio, la Plaza de la Señoría o la Galería de la Academia.
Nos desplazamos hasta nuestro nuevo alojamiento en Siena. Aprovechamos el recorrido para visitar la ciudad amurallada de Volterra y la pequeña ciudad medieval de San Gimignano, conocida por sus torres bien conservadas.
Disfrutamos de Siena, conocida por su arquitectura medieval, sus calles estrechas y su impresionante plaza central, la Piazza del Campo, donde se celebra el Palio, la famosa carrera de caballos. A destacar su catedral, con franjas de mármol blancas y negras.
En nuestro segundo día en Florencia nos centramos en el Duomo, visitando también el Baptisterio de San Juan y subiendo al Campanile di Giotto. De regreso a Siena paramos para hacer una foto en Monteriggioni.
Dedicamos un día del viaje para ir a Cavallino Matto. A pesar de ser un parque de atracciones pequeño, ofrece una amplia gama de emocionantes atracciones, incluyendo montañas rusas, espectáculos en vivo y atracciones acuáticas.
Iniciamos el viaje de regreso, no sin antes hacer una parada en Portofino, un pintoresco pueblo de pescadores de casas de colores pastel, calles estrechas y empedradas y un puerto repleto de yates de lujo.
El último día de viaje realizamos un rápido paseo por los puntos más emblemáticos del Principado de Mónaco: La plaza del casino, la curva Loews Hairpin, perteneciente al Circuito urbano de F1, el palacio del príncipe o la catedral.